Ahora que vamos tan deprisa, consumiendo de una forma desnaturalizada, estamos creando un futuro catastrófico, para nuestros hijos, nietos y futuras generaciones. Y esto sólo por nuestra forma de vivir.
Cuando verdaderamente veía a gente feliz, era gente simple, donde se apreciaban las cosas y se disfrutaba siendo y agradeciendo el hecho de existir. Todo es más lento, la meditación, su forma de pensar y vivir, ya no es un correr no se sabe a donde.
Es una expansión de conciencia, y ya no es el "tu" o el "yo", sino el "nosotros", porque TODOS vivimos en esta nuestra hermosa tierra.
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