martes, 16 de octubre de 2012

Terapia anti-trauma, suave, eficaz y desde el respeto.Hypnosis.


Os quiero confesar, egoístamente, lo mucho que me encanta ver salir  de mi "despachin" siempre más sonrientes y ligeros que a su llegada. Es muy muy egoísta, pero así es. Gran satisfacción. Os hablaré de una terapia de la “de-sensibilización” de traumas, a través de una hipnosis ligera (sin que el paciente pierda el control) que llevo tiempo practicando.
La PTR (Psicoterapia del Traumatismo y Re-asociación… muy pesado en castellano, es de origen francés!), siendo trauma, cualquier evento del pasado que sigue pesando en el presente (porque no curado)… ESPT (Estrés Post Traumático), angustia, TOC, fobias, síntomas sicosomáticos, miedo (al examen, al marido, al fracaso, etc.). Y sé que la palabra trauma asusta… y que la de “hipnosis” todavía más… pero, lo cierto es que todos, en algún momento hemos sido presos de una vieja angustia, de un malestar inexplicado. En cuanto a la hipnosis, solo es el canal, suave y rápido (un estado de relajación, cómo estar en “babia”, sin que nunca se pierda el control), utilizado con gran respeto hacia el cliente, para llegar al subconsciente donde se alojan recuerdos, distorsiones y emociones.
Mediante esta terapia se trabaja sobre los recuerdos o imágenes de aquel evento, sin tener que revivirlo, ni contarlo. Y eso es fundamental. Dolor cero… nada de volver a” vivir ” contándolo, aquello…. La imaginación del paciente va transformando la situación, hasta limpiarla, re dibujándola a su antojo. Así, el adolescente se atreve a decirle a su padre que quiere ser escuchado, el empleado gritarle a su jefe la frustración que tiene encima… y quedarse sin peso, porque lo habrá “vivido” no sólo desde el consciente/racional pero desde lo emocional y re-grabado en el subconsciente. Porque en este estado de conciencia modificada, el cerebro no distingue la realidad de lo imaginado, con lo cual, la "nueva resolución" del evento es tan real a efectos emocionales como si fuera “vivida”. Y se disuelve la frustración, el sentimiento de culpa, de inferioridad, puede salir la pena y ser transformada (con la ayuda del terapeuta, que va guiando, claro…). A su vez, la reducción de la rabia, por ejemplo, permite un acercamiento más fuerte y sereno al padre… a la situación actual.

Dolor Cero. Rápidamente se transforma, limpiando errores cognitivos: sentimiento de culpa "de la víctima”, de inutilidad, de pérdida de control...
En pocas sesiones (porque tampoco hay milagros), con suavidad y en control, se avanza. De ahí la sonrisa… y lo mucho que disfruto…

Caroline Ramirez Parenteau, 
en esta dirreción de correo: caroline.ramirezp@gmail.com
¡Gracias !

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